Estudio ARAR.

Espacios de afecto 02: arquitectura, empatía y comunidad.

LA ARQUITECTURA Y EL SENTIDO DE PERTENENCIA

Dos perspectivas

En la sociedad contemporánea, los lugares que elegimos para habitar ejercen una influencia sustancial en nuestra percepción del mundo y en cómo nos relacionamos con otros. La arquitectura, como disciplina responsable de concebir y edificar estos espacios, tiene la habilidad de crear ambientes que fomentan la empatía, el sentido de comunidad y la conexión emocional entre las personas.

El legado de Alvar Aalto

La relevancia de establecer conexiones emocionales a través de la arquitectura es patente en la obra de Alvar Aalto, quien diseñó espacios y objetos basados en la interacción entre el entorno y las emociones humanas. Sus edificaciones, con sus formas orgánicas, los característicos caprichos Aaltianos y la utilización de materiales naturales, evocan un arraigado sentimiento de pertenencia y armonía con la naturaleza.

Lacaton & Vassal: Espacios Flexibles y Abiertos

Otra perspectiva acerca de la arquitectura y el sentido de comunidad se manifiesta en el trabajo del dúo francés Lacaton & Vassal. Su enfoque se orienta hacia la creación de espacios que otorgan a las personas la libertad de adaptarlos a sus necesidades y deseos, en lugar de imponer un programa específico. Lacaton & Vassal diseñan entornos abiertos y flexibles que se amoldan a los habitantes y sus preferencias.

La Percepción Sensorial del Entorno Construido

Los Ojos de la Piel

Al reflexionar sobre la influencia de la arquitectura en nuestras emociones y relaciones, es esencial considerar el papel de nuestros sentidos en la percepción del entorno construido. Juhani Pallasmaa, en su obra «Los ojos de la piel: arquitectura y los sentidos,» explora cómo la arquitectura puede ser experimentada a través de todos nuestros sentidos, no únicamente a través de la vista. El diseño de espacios que involucren nuestros sentidos posibilita la creación de ambientes que fomenten la conexión emocional y el sentido de comunidad a través de la apropiación del espacio.

Enfoques Multidisciplinarios

La creación de espacios compartidos y la promoción de la interacción comunitaria son esenciales para cultivar un sentido de pertenencia hacia el entorno y mejorar la calidad de vida de las personas. Para lograrlo, es fundamental adoptar enfoques multidisciplinarios que integren la arquitectura, el diseño urbano, la sociología y la psicología. Esto nos permitirá diseñar entornos que promuevan el sentido de pertenencia y la conexión emocional con el entorno edificado.

Alexander + Gehl

En nuestra búsqueda de espacios que fomenten el afecto y la comunidad, podemos hallar inspiración en la obra de Christopher Alexander, quien en «A Pattern Language» describe una serie de patrones que pueden servir como guía para crear espacios que fomenten la vida en comunidad y la conexión con el entorno. Asimismo, el libro «Life Between Buildings» de Jan Gehl aborda la importancia del espacio público y cómo el diseño urbano puede influir en las interacciones humanas y el bienestar de la comunidad.

Espacios con Sentido de Pertenencia

High Line en Nueva York

Un ejemplo exitoso en la creación de espacios con sentido de pertenencia es el proyecto High Line en Nueva York. Esta antigua línea de ferrocarril elevada se transformó en un parque público lineal que promueve la interacción entre las personas y su entorno. El diseño del High Line fomenta la exploración, el encuentro y la contemplación, convirtiéndose en un lugar donde las personas se sienten representadas y donde la comunidad dispone de un espacio de calidad y diferenciado en el corazón de una ciudad densamente poblada.

Renovación Urbana en Medellín, Colombia

Otro ejemplo inspirador es el proyecto de renovación urbana en Medellín, Colombia, donde la inversión en infraestructura, incluyendo bibliotecas, parques y transporte, ha mejorado significativamente la calidad de vida de sus habitantes y ha creado espacios de afecto y comunidad en áreas anteriormente marginadas.

El Desafío de Diseñar Espacios Inclusivos y Conectados

La Importancia de la Colaboración Interdisciplinaria

La arquitectura tiene un gran potencial para generar espacios donde las personas y la comunidad se sientan representadas, y es responsabilidad de arquitectos, diseñadores y planificadores urbanos abordar este desafío. Al incorporar empatía, conexión emocional y sentido de pertenencia en el diseño de nuestros entornos construidos, podemos mejorar nuestra calidad de vida y contribuir al bienestar de nuestras comunidades.

Para lograrlo, es crucial fomentar la colaboración interdisciplinaria, compartiendo conocimientos y experiencias, y emplear herramientas y técnicas innovadoras para desarrollar soluciones sostenibles y centradas en el ser humano. Además, debemos tener en cuenta el impacto ambiental y social de los proyectos arquitectónicos, así como promover la participación ciudadana e incluir a diversos grupos de interés en el proceso de diseño, tal como se evidencia en el desarrollo de Superkilen en Copenhague, Dinamarca.

Un Futuro Más Conectado y Afectuoso

Centrarnos en la creación de espacios que promuevan la pertenencia y la comunidad nos permitirá enriquecer nuestras vidas y construir entornos más inclusivos y equitativos, donde las personas puedan florecer y conectarse con otros. Con la colaboración y el compromiso de todos los involucrados en la creación de nuestros espacios construidos, podemos afrontar los desafíos del presente y construir un futuro más conectado y afectuoso.

Referencias

Ellard, C. (2015). Places of the Heart: The Psychogeography of Everyday Life. Bellevue Literary Press.

Lacaton, A. & Vassal, J.P. (2014). Freedom of Use. Architectural Record.

Pallasmaa, J. (1996). The Eyes of the Skin: Architecture and the Senses. John Wiley & Sons.

También, es relevante mencionar a Richard Sennett, sociólogo y autor de «The Uses of Disorder» (1970) y «The Fall of Public Man» (1977), quien analiza cómo el diseño de las ciudades y la arquitectura pueden afectar la vida en comunidad y la interacción social. Sennett sostiene que las ciudades deben ser lugares donde las personas puedan experimentar y aprender a convivir con la diversidad y el cambio.

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